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Después de enjuagar el bañador, evita escurrirlo retorciéndolo, ya que de esta forma se dañan los tejidos. Si quieres retirar la mayor cantidad de agua posible, presiónalo simplemente formando una bola entre las manos. También puedes escurrirlo en plano, enrollándolo en una toalla de baño limpia. Nunca dejes tu bañador húmedo en la funda: los estampados pueden desteñir si el bañador se queda enrollado o doblado cuando aún está mojado.

PPara secarlo, puedes colgarlo en el tendedero al aire libre sin que le dé la luz. Sobre todo, no cedas a la tentación de la secadora, que dañaría irrevocablemente tu bikini. Nunca planches tus bañadores con la plancha. Si lo haces, puedes quemar el tejido, o lo que es peor, ¡derretirlo! Por último, si tienes varios trajes de baño en el armario, es mejor que los alternes. De esta manera, los bikinis tendrán más tiempo para recuperar su forma entre cada secado y los podrás utilizar más tiempo. ¡Contamos contigo para que mimes tus bonitos bañadores!

Puede que sea obvio, pero preferimos recordártelo. Intenta no sentarte en superficies rugosas como las rocas de la playa. Otra información útil: el calor y los productos utilizados en los hammans y en las saunas pueden dañar tu bañador. En estos casos, la mejor solución es utilizar un bañador viejo.